Juno. Una jovencita que se mete en el corazón.
Al igual que sucediera el pasado año con Pequeña Miss Sunshine; Juno, un largometraje independiente realizado con “cuatro duros”, se ha colocado en la carrera de los Oscar entre películas de gran presupuesto. La razón hay que buscarla en un guión lleno de encanto, tremendamente original y políticamente incorrecto.
Juno MacGuff (Ellen Page), es una despierta adolescente cuya inconsciencia propicia un embarazo no deseado. Aunque en un principio baraja la idea del aborto al final, como se trata de una chica valiente, apuesta por tener a su bebé y darlo en adopción. La búsqueda de una pareja ideal también conllevará sus problemas. Pero, a pesar de todo, esos nueve meses de espera y de desafío supondrán, para Juno, una experiencia inolvidable.
En un año durante el cual han abundado las producciones norteamericanas pesimistas, giren o no alrededor de la guerra de Iraq, Juno supone una bocanada de aire fresco y una inyección de alegría: porque apostar por la vida siempre resulta gratificante. Esta jovencita se mete en el corazón del espectador por sus inseguridades (propias de su edad), por su agudeza y por su inteligente forma de afrontar la vida. A través de la actuación llena de matices de Ellen Page (que se merece el Oscar a la mejor actriz) asistimos a la estupefacción de la protagonista por el embarazo inesperado, a las dudas por seguir adelante con él y a la constatación de que el nuevo ser humano que anida en su interior merece una oportunidad…Todo ello con unos golpes de humor inteligentes que provocan las carcajadas.
Sinceramente, dudo que esta comedia simpática y agradable se lleve alguno de los Oscar a los que está nominada (mejor película, mejor director, mejor actriz y mejor guión original) pero no me cabe la duda de que es la propuesta cinematográfica que dejará más felices a los espectadores.
Para: Los que les gusten las comedias llenas de encanto.
Leido en Hispanidad.com
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